martes, 9 de agosto de 2011

Olar en el Olvido.

Como la aguda y pequeña Ardid, siempre has deseado desentrañar los más recónditos misterios de todo lo que te rodea. Aprender y conocer más y más. Pero hay veces que te olvidas que todo eso puede llevarte, por culpa del Protector del Príncipe Once, hacia el más miserable Olvido.
Por eso, ten cuidado, pequeña Princesa Sin Nombre, pues sin demasiados preámbulos las cosas se desvanecen tan rápido como el agua puede borrar la tinta de un pergamino. Y por mucho que lo intentes, en aquel Olvido del que te hablo, jamás podrás tener a ese Príncipe de cabellos rizados que tanto deseas.


No lo olvides.

miércoles, 13 de julio de 2011

You're my Pole Star.

No sabes que ganas tengo de abrazarte. Mientras tú te lo pasas bien en alguna ciudad alemana, yo estoy en casa clasificando apuntes antiguos. Necesito besarte, que me digas cosas bonitas, que me apartes para hablarme, que sonrias, que te burles de mi. Necesito tu hiperactividad, tus prisas, tu optimismo suicida. Ya ha pasado el ecuador de tu viaje y a cada día, cada minuto te echo más de menos. No es por ponerme catastrofista, pero de verdad, te necesito. Y cuando vuelvas, que podamos pasar los días que nos quedan antes de que vuelvas a irte. Y que podamos estar siempre así de cerca.


miércoles, 22 de junio de 2011

Jeux d'enfants

Tú. Mi chico. Mi mejorisimo. Mi persona especial. La persona especial. El que me hace sentir todo con un beso. El que me mira a los ojos y no permite que quede ningun secreto entre nosotros. El que con apenas palabras puede hacerme llorar (de alegría). A pesar de que tengas una novia tonta, infantil, ñoña, caprichosa y con todos los defectos del mundo, ¿sabes? Te quiere con locura. Y te lo digo yo, que soy quien mejor la conoce ¿eh?

Solo pido una cosa: que hagas que todos los días sean nuestro París.


Te quiero.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Don't stop me now.

No es que saliera de casa de mal humor. Simplemente, de humor. Iba peleandose con el papel de un Chupa-Chups de cereza y vainilla. Primero intentó romperlo con los dedos y como no consiguió nada, empezó a morderlo con los dientes. Dandose por vencida lo guardó en un bolsillo y sacó una bolsa de plastico trasparente con un regaliz rosa. Lo mordía sin prestarle demasiada atención. Aunque su destino estaba a tan solo dos canciones, sabía que iba a llegar tarde. Pasó al lado de una pasteleria. Olía como cuando iba a comprar el pan con su abuela, de pequeña. Como las tostadas de por la mañana. Como hacer el amor en su cama. Como las pajaritas de papel con frases bonitas bajo las alas. Terminó el regaliz y volvió a empezar su lucha con el envoltorio del Chupa-Chups. A la tercera fue la vencida y lo abrió del todo. Se lo metió en la boca, dio al play en su ipod y terminó de recorrer lo que le quedaba de camino.

jueves, 28 de abril de 2011

New born

Mientras escribo esto, escucho la mejor lista de reproducción del mundo y miro el reloj. Miro el reloj continuamente. Me quedan solo cuatro minutos para dejar de ser menor de edad. Y de verdad, no se si quiero. Hace un par de noches buscando las cosas buenas y malas de los diecisiete, me di cuenta de que había sido un poco cruel con algunas personas, que las había utilizado, no se, cosas que no deben hacerse. Pero los diecisiete también han tenido cosas buenas. Dos en especial, con nombres propios. La primera "Historia de una escalera". Cuando la lei en cuarto, no me imaginaba todo lo que me iba a dar esa obra de teatro. Todas las experiencias, las horas que le hemos echado los viernes y sobre todo lo bien que lo hemos pasado con ella. La segunda es un secreto (a voces). Solo diré que empieza por P.
Sinceramente, cuando releo el texto que escribí el día de mi diecisiete cumpleaños, no se si han cumplido las espectativas o han sido mejores. En realidad, no se si quiero crecer. Tengo el sindrome de Peter Pan (se que suena cursi, pero es así). Me gustaban mis diecisiete. Muchisimo. Pero creo, de verdad, creo que este año promete. Sobre todo por quien va a estar en él.

Y ¡pluf! Ya son las doce.

viernes, 15 de abril de 2011

Nice dream

Todo empezó esa tarde de invierno, después de ir al teatro. Recorrimos la Gran Via deprisa. Me agarrabas de la cintura, porque llevaba unas botas poco apropiadas para la lluvia que estaba callendo y me resbalaba a cada paso. Ibamos hablando sobre "qué eramos". Te comias demasiado la cabeza. Aún así, después de mucho insistir, consegui poder besarte esa noche, despues de cenar. Delante de todos. Y me sentí genial porque fue como si fueras mio.
Luego vino el día en tu casa. Y el texto que te escribí. Que te emocionó, pero aún así me dijiste que no, que no podias estar conmigo. Casi cuatro meses despues leo el primer borrador que escribiste para contestar. Definitivamente, creo que nunca me habian dicho cosas tan bonitas. Por una parte es deprimente. Por otra, joder, demuestra lo mucho que me querias (y me quieres). ¡Lo más gracioso es que lo decías! Al final de la carta pone: "¡Te quiero!". No se como habría reaccionado. ¡Esque no me dices que no, pedazo de bruto! Te recreas en lo bonita que es mi sonrisa, lo mucho que te gusta abrazarme y besarme y como adoras mirarme a los ojos. ¡¡Pero no me das un no en ningun momento!!
Gracias a dios, no me lo enseñaste. Habria sido incluso más insistente. Ahora ya en realidad da igual.

Estoy cansada, asique me voy a ir a dormir. Tengo un pequeño gatito encima de mi cama y me acompañará toda la noche, para que me acuerde de ti.



Te quiero (mucho más que mucho).

lunes, 21 de marzo de 2011

Lucky I'm in love with my best friend.

Había pensado en escribirte algo bonito por ser el día que es, pero me has dejado sin palabras. ¿No te vale con ser perfecto en todo, qué también tienes que quitarme las palabras, a mi, que son mi único instrumento? A pesar de todo, te perdono. Por ser como eres. Por dármelo todo y a la vez no darme nada. Por ponerme los pies en la tierra pero estar conmigo en las nubes. Por cada beso, cada abrazo, cada sonrisa, por cada enfurruñamiento. Por todas esas miradas que me dan escalofrios. Y por el verde. Si, por el verde. Porque nunca nadie antes había apreciado al verde tanto como lo haces tú, porque nadie le había escrito un texto tan bonito al color verde, y ¡vaya si se lo merece! Eres todo y mucho más para mi.
Y hay veces que aún me digo a mi misma que fui una tonta, por no darme cuenta antes. Pero luego reacciono y digo ¡mejor así, idiota! Mejor que todo ocurriese ese día veintiuno, otro veintiuno, pero no por ello un veintiuno menos especial. Y, como no, con una función. Una función.
-¿Qué es un punto de inflexión, Cecilia?
Nunca se me olvidará esa pregunta. Y los nervios que tenias por que todo saliera bien. Y ahora, dos meses mas tarde y con un boli de ositos me das el último beso en tu portal y hasta mañana. Mañana. Qué bien suena.
Como dije al principio, no iba a poder escribirte nada mejor porque me has robado las palabras, igual que los besos, al despedirte. Asi que espero que te valga con esto, aunque sea poco.



Te quiero muchísimo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Die religion... Sie ist das opium des volkes.

Es un tema complicado este de la religión, y con posturas muy dispares e incluso radicales. Existen innumerables creencias en el mundo que sirven como apoyo al pueblo. ¿El punto común? Un ente superpoderoso que lo controla todo y que puede proporcionarnos la salvación. Los distintos credos religiosos también tienen un origen común. Cuando los seres humanos no podían explicar algún fenómeno o acontecimiento lo atribuian a una fuerza exterior a ellos mismos, a la que llamaban Dios. Muchas de estas han desaparecido. ¿Acaso no es tan válida la religión griega o romana, con sus dioses olímpicos como la cristiana actual? La religión vive en los cuidadanos, en las personas. Si una población con una fe determinada muere, sus divinidades mueren con ella. Por otro lado, la ciencia y sus avances han conseguido explicar la mayoria de los fenómenos inexplicables en la Edad Media. Hemos pasado del creacionismo a la teoria de la evolución de Darwin y, desgraciadamente, los argumentos de la fe caen poco a poco por su propio peso.
Marx dijo una frase que ha pasado a la historia: "La religión es el opio del pueblo". Por eso todos los que creemos deberiamos preguntarnos, ¿es verdad, o es un simple montaje que ya ha perdido todos sus argumentos y ni se tiene en pie? Ciertamente, solo lo sabremos al final, pero ya será demasiado tarde.

jueves, 10 de marzo de 2011

Las amarguras no son amargas.

En el Bulevar de los Sueños Rotos, vive una dama de poncho rojo, pelo de plata y carne morena. Siente la luna sentada en su balcón los días de diario, sabiendo que no va a poder dormir y sonríe porque, en ese mismo instante, están mirando la misma estrella. Su joven piel brilla levemente y cuando alguno pasa bajo la ventana intentando llamar su atención, no consiguen ni una mísera mirada de reojo. Para ella, los lunes son de fiesta y los sábados de luto. Podría decirse que lo único que consigue que los domingos no la hagan fallecer de puro tedio es poder recordar sus gestos al cerrar fuertemente los ojos.

Se levanta de su silla y vuelve a intentar descansar sobre la cama, junto a los besos que él se ha llevado a la mitad.

viernes, 18 de febrero de 2011

You felt as if you'd just woke up.

Se asomó a la ventana, aún descalza y en ropa interior, mientras se ponía los pendientes.
-¿Qué haces? -dijo él mirandola.
-Nada. Miro por la ventana, -contestó sin volverse.
-Quítate, que te van a ver.
La agarró de la mano y la atrajo hacia si. La retuvo entre sus brazos y la besó en la frente.
-Te quiero, -dijo ella entre susurros.
Como única respuesta él la abrazó más fuerte y la beso de nuevo, ahora en los labios. Un beso que la dejó sin aliento.

sábado, 5 de febrero de 2011

Life worth it.

Te levantas todas las mañanas. Te arreglas y vas al colegio. Vuelves a casa. Comida. Estudio. Cena. A dormir. Y a la mañana siguiente todo se repite. ¿Qué sentido tiene vivir, entonces? Rutina. Sin que nada cambie.
Son, en realidad, las pequeñas cosas de la vida los que hacen que merezca la pena. Madrugar un lunes para ver a tus amigos en el colegio. Porque cuando te levantas pronto los días duran más, y tienes más tiempo para disfrutarlos. Comerte un helado con tu mejor amiga en verano, sentadas en un banco. Dormir abrazado a la persona a la que quieres. Sentarte a leer en la hierba. Las pequeñas cosas son las más importantes.

Y sin tu vida, no las podrías tener, nunca.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar?

-¿Y qué era?
-Sus pecas.
-¿Sus pecas?
-Si. Sus pecas y su melena rubia.
-¿Eso que ha hacía tan especial?
-Efectivamente. Cuando la conocí tenía el pelo corto. Y se peinaba a lo garçon.
-¿Dónde la conociste?
-En Paris, la primavera pasada. Yo iba a coger el último tren en la Gare de Austerlitz y apareció derrepente.
-¿Francesa?
-Madrileña. Es más, enamorada de Madrid.
-Vaya. Y, ¿qué pasó?
-Quiso enseñarme a besar.
-¿En serio?
-Eso decía ella- contestó soltando una carcajada.
-Y, ¿entonces?
-Dicen que fui yo el primero en olvidar. Pero ahora...
-¿Ahora?
-Ahora la necesito.
-Te has dado cuenta tarde, ¿verdad?
-Era perfecta. Perfecta queda corto. La echo de menos. Sus labios, sus caricias. Ella.
-¿Y qué piensas hacer?
-Nada, supongo. Acabé por entender que no debemos tratar de volver al lugar en el que fuimos felices.
-¿Por qué?
-No se puede vivir la misma felicidad dos veces seguidas.
-¿Llegaste a vivirla?
-No.
-Y, ¿por qué fue?
-Cobardía supongo.
-Sal ahora mismo de esta habitación, coge el primer tren a Madrid y dile a la cara que no puedes vivir sin ella.

sábado, 8 de enero de 2011

Why you don’t make me feel like I’m the only girl in the world?

No te entiendo. De verdad, no te entiendo.

Me levanto, me visto y me despido de mi osito de peluche. Le doy los buenos días a mi pequeño Principe, me hago una tostada y salgo de casa. Gorro, bufanda, guantes y por supuesto, bolso al hombro. Mejor que bolso, cartera, que caben más cosas.
Voy hacia tu casa. Salto entre los charcos sin cuidado. Sonrio al ver pasar un conocido. Que más dará. Me paro en tu portal. No llamo; instinto de supervivencia, supongo. Deslizo las manos entre los hierros de la verja. Me doy la vuelta y vuelvo a mi casa. ¿Perder el tiempo? ¿Para qué? ¿Por qué?






Por ti.