sábado, 29 de agosto de 2009
Para qué pensar.
martes, 25 de agosto de 2009
A Beatrice le gustan las sonrisas de Antoinette.

domingo, 23 de agosto de 2009
Regalos en paquetes con lazos rosa.

sábado, 22 de agosto de 2009
La pizza hawaiana llena la tripita de Beatrice.

Infelicidad con sueño.
Vicios de piruleta.
Monitos color verde pistacho.

viernes, 21 de agosto de 2009
Chocolate, piruletas, hombres y sobre todo, impulsos.
El Martini sabe mejor de sus labios.

Encontronazos con sabor a menta y chocolate
miércoles, 19 de agosto de 2009
Besos de venganza.
martes, 18 de agosto de 2009
Vals a la luz de la luna.
-¿Hola?
-Hola.
-¿Como es qué llamas?
-Quería oir tu voz otra vez.
-¿Solo eso?
-Claro. Deberiamos vernos.
-¿Para qué?
-Para vernos. Me pondría mi falda negra. Solo para que me la quitaras.
-Tentador.
Me pasé el dedo indice por los labios a pesar de que no pudiera verme
-Entonces, ¿Esta noche, donde la primera vez?
-En las viñas de tu padre, al anochecer, claro.
Colgué el telefono y sonreí. Por fin.
lunes, 17 de agosto de 2009
Beatrice
A Beatrice le gusta que la acaricien el pelo.
A Beatrice le gusta que la besen en el cuello.
A Beatrice le gusta suspirár en la oscuridad.
A Beatrice le gusta que la muerdan los pezones.
A Beatrice le gusta salir a la calle cuando amanece.
A Beatrice le gusta comer piruletas de fresa.
A Beatrice le gusta beber zumo de melocotón.
A Beatrice le gusta tumbarse al sol los lunes por la mañana.
A Beatrice le gusta hacer el amor sobre la mesa del salón.
A Beatrice le gusta su peluche de oso panda.
A Beatrice le gusta el Martini Rosso.
A Beatrice le gusta besar detrás de la oreja.
A Beatrice le gusta sentir el brillo de la luna sobre su piel.
A Beatrice le gusta conducir por el centro.
A Beatrice le gusta su Vespa color beige.
A Beatrice le gusta bañarse en el mar por la noche.
A Beatrice le gusta gemir de placer.
A Beatrice le gusta su vestido color verde.
¿Quieres conocer a Beatrice?

Rojo puta.
-¿Sabes qué? Los hombres sois todos unos cabrones.- Hizo una pausa y sonrió.- Asique, me haré lesbiana.
Antes de separarse de él le mordió el lobulo de la oreja, dejando marcados sus labios de color carmín. Movió la cabeza alborotandose el pelo corto y le volvió a mirar con espectación. El estaba parado, tieso. Le sonrió sarcásticamente.
-¿Qué pasa, ahora no te mueves?
-Me has dejado... Alucinado.
-Que novedad. Sabes perfectamente lo bien que se me da ponerte cachondo.
La miró a los ojos.
-¿Por qué me haces esto?
Se rió en voz baja y se acercó más a él.
-Es divertido.
sábado, 15 de agosto de 2009
Las noches sin estrellas nublan mis sentidos

jueves, 13 de agosto de 2009
Felicidad bajo el sol de primavera.

domingo, 9 de agosto de 2009
El placer y las lágrimas no son compatibles.
-Estás incluso más guapa que la última vez.- Pasó su mano por detrás de mi espalda.Todo lo que llevaba en las manos se me cayó pobocando un gran estruendo. Acercó sus labios a los mios y me besó. De una forma dulce y apasionada, tal y como lo recordaba. Se apartó un poco de mi sin soltarme.- Ymis besos siguen probocando en tí el mismo efecto, por lo que veo.
Suspiré. Tenía razón. A pesar de todo, seguia sintiendo una ernorme atracción por él.
-Bueno, creo que ya sabes lo que viene a continuación, ¿Verdad?- Bajé la mirada. Las lagrimas empezaron a brotar de mis ojos.-Vamos, no llores, estropearás nuestra última vez.
Volvió a besarme. Lentamente, subió sus manos hasta los tirantes de mi vestido y los bajó hasta los brazos. Desabrochó la cremallera lateral y dejó que la prenda callera al suelo, rozando mi piel. Me quedé en traje de baño frente a él. Con una mano me quitó la goma del pelo dejando que mi pelo humedo callera en cascada hasta la mitad de la espalda; mientras, con la otra empezó a recorrer todas las curvas de mi cuerpo. Me recostó sobre el sofá y siguió besandome. Primero en la boca, luego en el cuello y finalmente en el escote. Suspiré de placer y me resigné. Me haría el amor por última vez y yo no me resistiría. ¿Qué podía importarme, si despues de ello iba a estar muerta?
jueves, 6 de agosto de 2009
¿Almas gemelas? No, gracias.
-¿Qué haces?
-Escribo- Le contesté sin mirarle.
-¿Eres escritora?- Dijo muy serio.
-No- Se me escapó una sonrisa.- Pero cuento historias con sabor a caramelo.
-¿Con sabor a caramelo?¿Cómo tu sonrisa, entonces?
Le miré muy sorprendida.
-Si
-¿Me cuentas alguna?
-Claro- Sonreí.
Se sentó a mi lado. Miré al mar y suspiré. Cerré mi cuaderno y empecé mi relato.
-¿Conoces el cuento de Caperucita de Colores?- Le pregunté sonriendo.
domingo, 2 de agosto de 2009
Y los sueños, sueños son.
sábado, 1 de agosto de 2009
Si das vueltas muy rápido, te marearás.
-Cielos, creo que me he mareado.- Dijo poniendose la mano en la frente
-Esque si das vueltas en el coche, lo más normal es que te mareés.
-Mas, ¡Yo no hice tal cosa!
-Tu no-Dije soltando una carcajada- Pero mi mochila y yo si.
Rebusqué en mis cajones y di con lo que quería rápidamente.
-Mira.- Le tendí una camara de fotos digital antigua que ya no usaba puesto que me habian regalado una profesional.- Esto es para ti. Así podrás hacerle fotos a todos los sitios que visites. Cuidala bien.
-¡Oh! ¡Mil gracias, señorita Zelah! Le estaré eternamente agradecido.- Contestó con una sonrisa.
-De nada.- Sonreí también.- Y ahora, busquemos un sitio para que duermas.
-Me agradaría mucho dormir en el jardín, si puede ser, claro.
-Por supuesto. Ven.
Nos dirigimos escaleras abajo y enseguida llegamos al jardín. Me acerqué a las macetas más alejadas de la puerta y se las mostré.
-¿Que te parece este sitio?
-Realmente perfecto. Muchisimas gracias, Zelah.
-¿Estarás bien aqui?
-Claro.- Y sacó una foto al rincón de las macetas.
-Buenas noches entonces.- Dije ya en la puerta.
-Buenas noches.-
Como un peine y un cepillo.
-Nada.
-¿Cómo que nada? ¡Estás espiandole!
-¿Y qué? Dejame en paz.
-¿Y qué? Él ya no es nada para tí.
-Lo se.
-¿Entonces?
-Dejame
-No, no te dejo. ¿Piensas qué es correcto hacer estas cosas?
-No tiene nada de malo
-Mentira. Te dolerá. Y mucho.
-Lo se
-¿Y por qué lo haces, pues?
-Porque quiero
-Mentira. Esa frase es incorrecta. Es porque le quieres.
-No digas tonterias.
-¿Acaso es eso falso?
-Si.
-Eso si que es una mentira
-Solo le deseo
-¿Acaso no son el deseo y el amor primos hermanos?
-No es lo mismo.
-Si que lo es. Es como un peine y un cepillo
-¿Cómo?
-Si, un peine y un cepillo. Son practicamente iguales, y por muchas vueltas que les des acabarán sirviendo para lo mismo.
-Dejame en paz.
-Soy tu conciencia y tu sentido común, ¿Cómo voy a dejarte en paz?